Los días de sequía en Marsella parece que están tocando a su fin. 13 años después del último título logrado por el Olympique, la Copa de Europa de 1993, y si no contamos el triunfo de la Intertoto de 2005, el equipo de la costa azul francesa es, una vez disputadas 6 jornadas de la Ligue 1, colíder juntamente con el gran favorito para alzar el título por sexta vez consecutiva, el otro Olympique de la categoría, el de Lyon.
Parece pues que el eterno candidato francés (honor que ostenta juntamente con el PSG) quiere romper con el "gafe" que durante tantas y tantas temporadas le ha perseguido, asemejándose mucho a equipos como el Atlético de Madrid, clubs llamados a la gloria y que año tras año decepcionan a sus respectivas aficiones y a las foráneas, que esperan verles arriba en la tabla para dar mayor competitividad al campeonato.
Hablamos de proyectos. Lo hacía del que está forjando el Portsmouth y que le está reportando éxito prematuro. El Barcelona o el Olympique de Lyon son otros claros ejemplos de proyectos deportivos bien asentados y el del Marsella, pese a no llegar a alcanzar las dosis de paciencia y confianza vertida en sus respectivos técnicos y pese a no haber diseñado y apostado desde el primer dia por una plantilla que marque el estilo del club, ha forjado un plantel de jugadores que por una vez se aleja de las excentricidades, prisas, disparates y absurdas acumulaciones de efectivos a la que nos tenía acostumbrados el club presidido por el senegalés Pape Diouf.
Salía del club el técnico francés Jean Fernández rumbo a Auxerre, último de los siete entrenadores que han transitado por el club en los últimos 10 años y entre los que se encuentran nombres "ilustres" como los de Javier Clemente, Alain Perrin (del que hablaba ayer en el scanner del Portsmouth) o Phillippe Troussier. Lo hacía cayendo derrotado en la final de la Coupe ante su más acérrimo rival, el PSG. Un duro golpe añadido a esperpénticas situaciones como la que ya narraba en este blog meses atrás, la negativa del equipo a viajar a Paris con sus jugadores titulares en uno de los partidos de liga debido a la falta de garantías de seguridad a la que hacían frente sus seguidores y que acabó con 8 jugadores del filial sobre el terreno de juego del Parque de los Príncipes en un "glorioso" empate que poco después fué suprimido por la Federación, que restó a PSG y OM el punto logrado por falta de decoro y por perjudicar seriamente la imágen del fútbol francés.
Tenía que cambiar necesariamente el rumbo el Olympique que ha vivido seriamente tocado por el "escándalo Bernard Tapie" que condenó al club al descenso de categoría en 1994 debido a la compra del partido de liga que le enfrentaba al Valenciennes esa misma temporada. Tras una década (el club volvió a primera en 1996), el equipo que maravilló a Europa con los Barthez, Angloma, Di Meco, Boli, Sauzee, Desailly, Eydelie, Boksić, Völler, Abedie Pele y Deschamps, aquel mítico equipo que le pasó la mano por la cara al Milan en la final de la Copa de Europa del 26 de mayo de 1993 en Munich al que venció por 1-0 con gol del marfileño Boli (así como anteriores jugadores como Francescoli, Tigana, Papin, Olmeta, Amorós o Cantoná) parecía andar perdido por la máxima categoría del fútbol francés. De nada le servían los 8 títulos de liga y las 10 copas así como el citado gran éxito continental como el subcampeonato de 1991. El equipo no podía vivir de la renta del pasado y era necesario encauzar el futuro, aunque lo hizo basándose en el prestigio de su plantilla en anteriores épocas y dejó de lado el proyecto deportivo para incorporar nombres. Robert Pires, Claude Makéléle, Bixente Lizarazu, Laurent Blanc, Frank Lebouef, Daniel Van Buyten, Fabrizio Ravanelli, Didier Drogba, George Weah o el mismo Alfonso Pérez pasaron por el club aunque con más pena que gloria. Una enorme cantidad de dinero desembolsada y ningún éxito deportivo, salvo las dos finales de UEFA alcanzadas en 1999 y 2004 (cayendo con Parma y Valencia respectivamente). 2 oasis en una travesía por un desierto que esta temporada parece empezar a vislumbrar un prometedor oceano y una tierra fértil en la que sembrar los futuros éxitos.
Con Albert Emon al frente del equipo en su primera experiencia como primer entrenador tras estar como segundo de Troussier, el Olympique ha cosechado 5 victorias y un empate con 12 goles a favor y tan solo 2 en contra. Un excelente inicio de temporada que tan solo ha podido igualar el Lyon de Houllier y que deja a los marselleses a 5 puntos de los terceros clasificados (Nancy, Toulouse y Le Mans) y a 6 de Lille y Lens, 7 de Girondins, 9 de PSG y 12 de Mónaco.
Un inicio de campaña que ni los más positivos hubieran imaginado.
Los responsables del éxito (técnico al márgen) son un plantel bien conjuntado y con altas dosis de clase que se ha configurado en un trabajado mercado de fichajes en el que hasta 21 jugadores han abandonado el club (entre cedidos a otro equipo o que vuelven a sus club de orígen, traspasados y retirados), entre los que se encuentran Barthez, Lamouchi, Meité, Luyindula, Dehu o Maoulida. Por contra se han fichado 9 jugadores, 3 se han quedado tras ser cedidos la pasada temporada y 1 ha llegado en dicha calidad. Y es precisamente este único cedido la incorporación estrella del equipo y una de las más sonadas del mercado estival. Djibril Cissé llega del Liverpool por una temporada aunque aún no ha llegado a debutar al estar aún recuperándose de la fractura de tíbia (segunda en un año) que sufrió pocas semanas antes del Mundial y que le dejó fuera de tal magna cita futbolística.
Paralelamente no hay nombres destacables entre las incorporaciones, salvo la del camerunés del PSG Modeste M'Bami, en un "arranque" de confianza en el núcleo del grupo que llevó al equipo a la quinta plaza de la Ligue 1 la pasada campaña. Por tanto el mercado de fichajes de verano de 2006 ha sido una mera "limpieza" de vestuario y parece que la táctica no podría haber sido más provechosa.
El equipo se fundamenta en un pilar básico que ha vuelto pletórico del Mundial tras su excelente actuación junto a los Zidane, Henry, Vieira o Thuram. Franck Ribéry justo acaba de iniciar su segunda temporada en el Olympique pero ya es considerado un Dios entre los aficionados. Pese a haber estado muy cerca de dejar el equipo, Ribéry ha decidido esperar y dar lo mejor de si mismo en el equipo que le rescató del ostracismo turco. El resultado es inmejorable. 4 partidos y 1 gol que hacen de Ribéry uno de los mejores jugadores de lo que va de campeonato.
Junto a él, un 11 muy conjuntado que no varía excesivamente.
Cédric Carrasso, un hombre "de la casa", ha llenado perfectamente el hueco dejado por Barthez y su actuación en la portería es simplemente excepcional.
La defensa la integran 4 hombres. El joven nigeriano de 21 años Taye Taiwo (el lateral zurdo que tenía que llegar a Valencia en lugar de Del Horno) es el dueño de la banda izquierda, mientras que el senegalés Habib Béye ocupa la banda diestra. Dos jugadores muy físicos (especialmente Béye) que suben bastante al ataque apoyando a los puntas. El eje de la defensa tiene una media de edad muy baja. El francés Ronald Zubar tiene 20 años y el esloveno Bostjan Cesar 24. Zubar es un rocoso jugador, fortísimo y muy duro en el marcaje. Cesar es un jugador más técnico, que domina más el juego aereo y sube mejor el balón.
El centro del campo está compuesto por una tripleta en la que el albanés Lorik Caná (de 23 años) hace de pivote defensivo con una imponente estampa y un juego que se asemeja al de medio centros como Edmilson. Modeste M'Bami (de 23 años) se vuelca a la izquierda mientras que por delante, como media punta con libertad de movimientos, se encuentra Franck Ribéry. 23 años y un futuro más que prometedor de este jugador que da velocidad al juego, llega con suma facilidad a la portería rival, asiste de lujo y conduce el esférico con una plasticidad digna de históricos astros del pasado, pero que también trabaja como el que más y no se arruga en el momento de recuperar el balón y entrar con dureza para lograr dicho fin.
En punta 3 hombres más. Mickaël Pagis da el punto de veteranía apropiado a tanta sangre joven. 33 años y 3 goles en 5 encuentros que hacen de este jugador el silencioso delantero que, sin deslumbrar ni dar "la nota", siempre está allí dispuesto a empujar el balón al fondo de las mallas. Un futbolista de poco relumbrón pero muy necesario para dar equilibrio al vestuario.
A su lado dos atletas. Toifilou Maoulida (ex del Mónaco), de 27 años. Un potente delantero que suma 2 dianas y que va muy bien de cabeza así como desborda por velocidad valiéndose de su físico que le convierten en un imparable punta, un jugador similar al parisino Bonaventure Kalou.
Por la izquierda se sitúa otro jugador lleno de potencia física. El senegalés Mamadou Niang (26 años) que también suma 2 dianas y que gracias a su explosividad incurre en el área de forma sencilla, abriendo los huecos necesarios para que Pagis, Maoulida o Ribéry dispongan de vía libre para fusilar a los metas rivales gracias a sus asistencias.
En el banquillo, los jóvenes defensas Leo, Civelli, Bocaly, Cantareil, Camara y Ba, los centrocampistas Oruma, Bamogo y Olembé y dos joyas más a añadir a la clase de Ribéry. El archiconocido Cissé y, sobretodo, el algeriano con pasaporte francés Samir Nasri, auténtica debilidad de footgol y que merece capítulo aparte. 19 años y un esplendoroso futuro. 5 partidos de liga disputados (el último de ellos ante el PSG como titular) y que dará muchísimo que hablar.
Messi, Agüero, Walcott, Cesc...tienen un nuevo rival en la lucha por ser el jugador más prometedor del fútbol internacional. Apunten el nombre : Samir Nasri.
A modo de conclusión debe aplaudirse el esfuerzo del club por apostar por un grupo descaradamente joven y plagado de calidad pero que podría suponer un arma de doble filo en situaciones complicadas que siempre acaban surgiendo a lo largo de una temporada. La acumulación de partidos por la disputa de la UEFA podrían acabar pesando en la moral de un equipo de media de edad tan corta. El tener a un gigante como el Olympique de Lyon como máximo rival en la lucha por el título no será tarea sencilla para este plantel de jugadores en los que la experiencia en situaciones de agobio y presión en la carrera por el éxito brilla por su ausencia. Quizás no debamos esperar y reclamar más de este equipo hasta de aqui a uno o dos años aunque será complicado calmar las ansias de victoria de una afición tan explosiva como la marsellesa, que podría ser también un factor adverso en el lento y progresivo crecimiento del bloque.
fotos (por orden) :
Albert Emon (sport365.com), Olympique escudo (soccerway.com), Basile Boli (lequipe.fr), Djibril Cissé (images.supersport.co.za), Franck Ribery (sport.es)
Etiquetas: El Scanner, Francia