lunes, septiembre 25, 2006

Resúmenes : Inter 4 - Chievo 3

Image Hosted by ImageShack.us

Tarde o temprano tenía que suceder y así ha sido. El Inter ya es líder de la Serie A tras la victoria de ayer en San Siro ante el Chievo en un extraño partido que pasó del 4-0 al 4-3 en cuestión de pocos minutos.

Roberto Mancini tenía las obligadas bajas de Vieira (sancionado) y Cambiasso (lesionado) y tuvo que armar un centro del campo de "circumstancias" en rombo, con el francés Dacourt como medio defensivo, Figo en la derecha, Solari en la izquierda (debutando en liga esta temporada) y Stankovic en la media punta.
La línea defensiva contaba con las novedades de Samuel (en lugar de Materazzi, reservado para la cita europea ante el Bayern del miércoles), y la suplencia de Maicon (también reservado para la Champions) que volvió a ubicar a Javier Zanetti en su posición natural de lateral diestro alejado de las funciones de centrocampista a las que tuvo que hacer frente en Roma. Grosso jugó de lateral izquierdo y el colombiano Cordoba formó como pareja de Samuel en la zaga.
Por delante Ibrahimovic fué otro de los que Mancini relegó a la suplencia para dar descanso y alineó a Crespo y Adriano como pareja atacante.

Poquito hizo el Inter, ampliamente superior a un Chievo que llegó a San Siro ligeramente atemorizado ante el potencial futbolístico de su rival y sin creerse todo lo que podría dar de si como se demostró a pocos minutos del final.
Sin esquema y sin ideas. Así jugó y juega el Inter, un equipo plagado de grandes jugadores del que Mancini podría alinear casi hasta 3 formaciones diferentes pero que carece del espíritu y la unión de equipo necesarias para tirar este proyecto adelante. Las individualidades marcan el carácter de este equipo y son el fundamento de los encuentros que disputa.
Grosso destacó poco en ataque, perfil que le ha llevado al Inter. Subió poco y se relajó demasiado en defensa. Ejemplo de dicha relajación es el tercer gol de los de Verona, donde el mundialista italiano fué espectador de lujo de la acción de Brighi.
Zanetti, Córdoba y Samuel estuvieron correctos, sumando el argentino su tercer gol como jugador interista con el 2-0 en el que Samuel remató de cabeza un corner sacado por Figo.
Dacourt estuvo sensacional en la medular, repartiendo el primer gol con una genial asistencia por alto al espacio que remató perfectamente Crespo. No solo se centró en la contención (papel que se encargó de ejecutar de forma más que correcta) sino que asumió la creación, apoyando a los medios ofensivos en las jugadas de ataque con su presencia cercana al área y el ejercicio de distribución que no le corresponde realizar aunque sí asumió de forma casi personal y no impuesta.
Solari y Figo entraron poco en juego y dejaron la banda para centrarse una y otra vez acumulando demasiados efectivos en esa zona y obligando a Crespo y especialmente a Adriano a descolgarse a las alas para abrir espacios que se convertían más que en necesarios y desahogar el juego. Ambos estuvieron bastante apagados, sobretodo el portugués que dista mucho del jugador que despuntó en el Inter de la pasada temporada con su juego como extremo diestro.
Stankovic estuvo a la altura de su perfil, batallador e incisivo. Fruto de sus ganas fué el estratosférico golazo con un derechazo desde fuera del área del que nada pudo hacer el meta del Chievo, colándose por la escuadra izquierda de su portería.
De Crespo poco más se puede decir que no haya descrito en el anterior artículo, mientras que Adriano se mostró un poco ansioso en sus acciones, seguramente ante la extrema competencia a la que se ha visto sometido con la llegada de Ibrahimovic y la baja forma mostrada en los últimos meses, aunque acabó rebajando sus intenciones personales y sucumbiendo a las necesidades del equipo y cumplió con las labores asignadas de descolgarse a la banda, fijar a los centrales y dejar espacio libre al olfato goleador de Crespo que le agradeció la colaboración ofrecida especialmente en el 4-0, donde el brasileño sirvió una asistencia de lujo al argentino. Pese a ello se pudieron ver algunos destellos de calidad del delantero que sacó a relucir su potencia física en un jugadón por banda derecha arrancando desde medio campo y sacándose de encima el acoso de dos marcadores.
En el segundo tiempo Mancini agotó los 3 cambios e introdujo al carrilero argentino cedido por el Palermo Mariano González, quitando a Crespo segundos después de marcar el argentino el 4-0 e hizo lo propio con Stankovic y Dacourt que fueron reemplazados por Burdisso y Maxwell respectivamente.
Precisamente fué en ese momento cuando el Inter sufrió de lo lindo y vió como el holgado 4-0 que campaba en el marcador se veía rebajado casi hasta el empate en tan solo 12 minutos. Pellissier fué objeto de un dudoso penalty provocado por la salida a la desesperada de Julio César que él mismo se encargó de transformar. Tribocchi recortó aún más la diferencia a los pocos minutos de su entrada al terreno de juego con un golazo desde la frontal del área que ajustó al poste izquierdo de la portería defendida por Julio César Soares. Finalmente Matteo Brighi colocó el 4-3 dos minutos después ante la pasividad de la defensa interista, especialmente la de Burdisso y Grosso y heló a los aficionados que sufrieron los 5 minutos que restaban para la finalización del encuentro, muy poco tiempo para la culminación de la remontada veronesa. Y es que el cuadro de Giuseppe Pillon se dió cuenta demasiado tarde de las carencias tácticas del Inter y se atrevió a hacerle frente con un marcador demasiado desfavorable como para haber sacado tajada de la visita a Milan.

Nadie duda del potencial de este equipo que está llamado a grandes cosas esta temporada, aunque como otros novedosos proyectos como el del Real Madrid o el Liverpool parecen aún muy verdes y se debe esperar un tiempo a que los preceptos tácticos acaben asentándose. Las victorias cosechadas hasta el momento deben ponerse un tanto en entredicho y atribuirlas más a la calidad del 11 alineado que al dibujo táctico y los automatismos adquiridos. Todo lo que pueda "rascarse" en estos meses iniciales es un gran premio para estos equipos en cosntrucción. Lo que queda claro es que sin ideas el tiempo pasa rápido y sin provecho. Y mucho me temo que Roberto Mancini no imparte magistrales clases en sus entrenamientos dejando a la suerte de la calidad de sus hombres el futuro deportivo del club.

foto : Inter.it