miércoles, septiembre 27, 2006

Resúmenes : Inter 0 - Bayern 2

Indescriptible el tedio vivido en los casi 90 minutos del Inter-Bayern. Si el primer tiempo del Benfica-Manchester ya pareció aburrido, el del choque entre los campeones italiano y alemán pasará a los anales de la historia como el bodrio en mayúsculas.
Pintaban mal los onces titulares ante la ausencia de "jugones" en el centro del campo. Las bajas de Hargreaves y Cambiasso (ambos fuera por lesión) dejaban las medulares de ambos equipos huérfanas de jugadores con un mínimo de sentido constructivo. El resultado, obviamente, no fué nada alentador.
Mancini alineaba a Julio César bajo palos, Grosso como lateral zurdo y Maicon como diestro (ambos con mucho recorrido), Córdoba y Materazzi en la zaga, Javier Zanetti y Dacourt como medios defensivos, Figo como interior diestro y Stankovic zurdo y por delante Ibrahimovic y Crespo, con el bueno de Adriano mirándoselo desde el banquillo.
Por su parte Magath ponía a Kahn en puerta, una línea de 4 con los habituales Sagnol, Lucio, Van Buyten y Lahm, la medular con Ott (el más activo de los bávaros en el primer tiempo), Van Bommel y Schweinsteiger y en ataque Salihamidzic, Pizarro y Makaay (desaparecido en combate los primeros 45 minutos...casi como el resto de compañeros)
Las ocasiones más relevantes, como en el caso de Da Luz, se vieron a través de disparos lejanos que denotaban la inutilidad creativa de dos equipos que se honran de ser campeones de las ligas de sus respectivos países.
No daba ningún tipo de ganas anotar el responsable de cierto disparo desde cierta deistancia lejana. El sueño invadía el bloc de notas que quedaba con 2 referencias, ambas protagonizadas por Ibrahimovic. En el 12' controlaba un buen pase al hueco de Stankovic aunque la conducción del esférico se le quedaba ligeramente larga y Kahn en su salida lograba alejar el peligro cuando el delantero sueco le encaraba al uno contra uno.
1 minuto por encima del tiempo reglamentario, Ibra lanzaba un fuerte y raso disparo desde fuera del área que rozaba el poste derecho del marco del internacional alemán.
15 minutos de "descanso" para los sentidos y vuelta a empezar con un segundo tiempo que mostró a un Bayern con ganas de no tirar el partido y tratar de combinar y hacerse con el control del juego. Así lo hizo aunque no puso en apuros al marco interista.
Pizarro reclamaba un penalty de Córdoba al minuto de la reanudación al desplazarle cuando trataba de rematar de cabeza un centro desde la izquierda.
El juego se endureció en demasía, reflejo de la tensión que había sobre el terreno de juego. Prueba de ello eran las crudas entradas de Materazzi a Pizarro (primera tangana incluída), de Scholl a Grosso (segunda tangana incluída), la doble amonestación por dos duras faltas de Ibrahimovic que provocaban su expulsión en el 13' de la segunda y el codazo con alevosía del lateral italiano sobre Sagnol que provocaba su expulsión a 5 minutos del final así como la de los segundos entrenadores de ambos equipos (Mihajlovic es el interista).
Baile de cambios (Mariano González por Figo en el 66', Scholl por Salihamidzic en el 69', Adriano por Crespo y Solari por Stankovic, lesionado, en el 76') sin ningún resultado a la vista salvo el
concierto de palos que confirmaba que lo que se vivía en San Siro era algo totalmente ajeno al fútbol. Pero este deporte, pese a no ser una ciencia exacta, acostumbra a premiar a los que van un poco más allá. Y en cuanto los bávaros cogieron el balón aprovechándose de la superioridad numérica y empezaron a tocarlo con un mínimo de sentido y intención llegó el primer gol del partido, feo, como el transcurso de los 90 minutos, tanto que convertía Pizarro al hacerse con un centro al hueco desde la izquierda que controlaba y empujaba a trompicones al fondo de las mallas ante el acoso de Grosso cuyo agarrón no impidió el 0-1.
Podolski substituyó al goleador peruano en el minuto 89 y sentenció el choque con el 0-2 al salirse del marcaje de Córdoba y driblar la salida de Julio César.
El Inter se queda último de grupo sin haber sumado ningún punto, y se complica enormemente la clasificación. Los neroazzurri, por no jugar, no juegan ni al "catenaccio". Divagan por el césped en espera de un milagro en forma de genialidad de alguno de sus astros. Mancini es un pelele en el banquillo al que nadie le hace caso si es que realmente plantea algún tipo de dibujo táctico más allá de la fortuna del destino y el talento individual de sus jugadores.
Poco más hace el Bayern de Magath aunque le salva el jugar fuera de casa y como buen visitante no estar obligado a tomar el mando del juego, como sí debería (por coherencia y dignidad) haber hecho el Inter.
Cansado de aburrimiento. Cansado de Benítez, de Mourinho, de Capello, de Mancini, de Magath, de Quique Sánchez Flores...últimamente ni Rikjaard ni Schaaf (dos técnicos que tengo encumbrados) parecen darme motivos para creer en el fútbol en mayúsculas, el de ataque, de toque, de combinación, rápido, goleador, incisivo, despreocupado...
Por suerte, hombres como Gérard Houllier (ya es triste tener que recurrir a un antiguo ultradefensivo como el francés) con su Lyon, Martin O'Neill con su Aston Villa, Claude Puel con su Lille o Mirko Slomka con su Schalke 04 hacen que uno aún tenga nombres a los que agarrarse en la travesía por el desierto que supone buscar referentes y líderes que apuesten por otra cosa más allá del resultadismo y la mediocridad táctica.
Será cuestión de empezar a sintonizar sus partidos...

foto : fcbayern.de

2 Comments:

Blogger Pablo G. said...

Menudo curro que te pegas en el blog

9:34 a. m.  
Blogger César Serres said...

Gracias Pablo, mucho ánimo y mucho cariño le pongo...a veces demasiado,je,je,je.

Gracias por visitarlo.

1:55 p. m.  

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