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La Roma lo tiene todo a favor para lograr la Copa de Italia después de golear en un apasionante encuentro al Inter (6-2) en la ida de la final disputada en el Olímpico de Roma, disputada en un horario más que atípico, las 6 de la tarde de un miércoles, y que sirvió para sufragar el doloroso recuerdo del 7-1 de Old Trafford y la consecuente eliminación de la liga de campeones.
Luciano Spalletti introducía un único cambio respecto al once habitual, ubicando a Matteo Ferrari en detrimento de Max Tonetto en el lateral zurdo. Doni bajo palos, Panucci como lateral diestro con Chivu y Mexés en el centro de la defensa, De Rossi, Perrotta y Pizarro en la medular y Totti, Mancini y Taddei en punta completaban la formación giallorossa.
El Inter visitaba el Olímpico con Toldo en puerta, una línea de cuatro defensas con Maicon en la derecha, Maxwell en la izquierda, Materazzi y Córdoba en el centro, Javier Zanetti y Olivier Dacourt como medios, con Stankovic en el volante izquierdo y Figo en el diestro y en punta Adriano y Crespo.
Desde el principio se vieron las intenciones de la Roma, volcándose al ataque el cuadro de Spalleti y viéndose con un fugaz gol que le facilitaría, y mucho, la heroica goleada al equipo interista, recientemente proclamado campeón del Scudetto y que no perdía un encuentro fuera de casa desde el 12 de septiembre (en Lisboa ante el Sporting en liga de campeones).
Totti abría el marcador cuando se había jugado poco más de un minuto controlando un balón dentro del área con total libertad ante la pasividad defensiva. El Inter quedaba desconcertado y la Roma se aprovechaba de ello realizando un cerco a la portería defendida por Toldo. Los defensas neroazzurri eran incapaces de contener la avalancha ofensiva romanista y fruto de ello fué el segundo tanto, logrado por De Rossi al desviar ligeramente la trayectoria de una volea de Mexés al saque de un corner picado por Pizarro. La Roma encarrilaba la eliminatoria en solo 6 minutos mientras que el Inter no daba crédito a lo que se le avecinaba.
Los amplios espacios dejados por la línea defensiva (especialmente por banda derecha donde llegaron la mayoría de los ataques de la Roma) y la mucha distancia entre líneas favorecía la libertad de movimientos en ataque del conjunto de Spalletti que hacía mucho daño a través de las diagonales trazadas por Mancini (sensacional partido del brasileño) y Taddei (en constante alterne de bandas durante todo el encuentro), mediante la ahogante presión en el centro del campo y las constantes llegadas de la segunda línea, especialmente de Perrotta, con rápidas y constantes paredes y triangulaciones y con una efectividad digna de todo un equipo en gracia.
La Roma robaba y salía a la contra donde se encontraba con una defensa incapaz de contener el énfasis ofensivo romano. Adriano y Crespo quedaban aislados en punta al ver cortada la conexión entre la medular y el ataque gracias al acoso defensivo perfectamente liderado por un De Rossi pletórico que abarcaba muchísimo terreno y siempre estaba presente en las ayudas defensivas.
Los primeros 16 minutos fueron absolutamente propiedad de la Roma que creía sentenciar la final con el 3-0, obra de Perrotta en una rápida transición llevada por un Chivu que conducía el balón desde su propio área aprovechándose de la autopista dejada por el Inter en el carril zurdo y servía a la entrada del medio italiano que resolvía de primeras. Creía sentenciar porque Crespo recortaba distancias en plena locura de encuentro aprovechándose de una cesión de Pizarro a Doni que quedaba muy corta, siendo cortada por el delantero argentino que tras driblar al meta brasileño empujaba el balón al fondo de la red. Era el único despiste de la Roma en el primer tercio del primer tiempo, despiste que daba aire al cuadro de Mancini que volvía a meterse en la final y empezaba a hacerse tímidamente con el control del esférico. Figo y Stankovic trataban de liderar la remontada ante la falta de apoyo por bandas de un Maicon y un Maxwell muy retrasados, temerosos de una nueva contra letal giallorossa.
La Roma se había tomado un pequeño descanso y volvía a la carga cuando crecía la confianza interista en sus opciones de remontada, dando otra muestra más de efectividad goleadora con el cuarto tanto obra de Mancini, que recogía en el interior del área un mal despeje de Toldo al centro-chut de Perrotta desde la derecha y lo alojaba con alguna dificultad entre los 3 palos de la meta del veterano guardameta italiano. Figo daba aún más emoción a la contienda al estrellar un balón al poste a 5 minutos del descanso, al que se llegaría con el abultado y sorprendente 4-1. Spalletti introducía un primer cambio substituyendo a Ferrari (superado por Figo en el primer tiempo) por Cassetti en el lateral zurdo.
El Inter inició el segundo tiempo haciéndose con el provisional control del juego en busca de un nuevo recorte en el marcador. Dacourt protagonizaba la primera acción de peligro del encuentro (gol aparte) de los neroazzurro en un fuerte disparo lejano que Doni desviaba a corner con ciertas dificultades.
Mancini daba entrada a Vieira por Figo para dar estabilidad al centro del campo en el 5' del segundo tiempo y cuando de nuevo el Inter parecía empezar a hacerse con el tempo del partido, la Roma volvía a "clavar e aguijón" en el minuto 53 logrando el quinto tanto, obra de Panucci al cabecear un nuevo saque de esquina del chileno ex-interista David Pizarro.
El partido ganaba aún más en épica con la respuesta instantánea del Inter que 2 minutos después situaba el 5-2 en el marcador con el segundo tanto de Crespo al rematar a bocajarro y libre de marca un buen pase de Maicon en una de las primeras subidas al ataque del brasileño por banda derecha.
Recoba reemplazaba a un desaparecido Adriano en el 56' y se iniciaba un eléctrico alterne en el control del encuentro con ataques constantes por parte de ambos conjuntos que disfrazaban de inglesa a toda una final de copa italiana.
Toldo sacaba una providencial mano a un disparo seco y raso de Totti desde banda derecha en el 64', momento en el que la Roma alcanzaba los 11 disparos a puerta por 5 del Inter, dato que daba fe del increíble dinamismo de un sensacional partido de fútbol valiente y ofensivo. Las transiciones se repetían y los jugadores se vaciaban sobre el césped.
Grosso entraba por Maxwell en la banda izquierda interista y los de Mancini trataban de dar sentido al juego monopolizando la posesión del balón, temerosos de una nueva y puntual reacción romanista. Mancini para la Roma y Recoba para el Inter dispusieron de las últimas ocasiones relevantes de un encuentro que bajó de ritmo en los últimos 10 minutos, algo ciertamente comprensible después de un exhaustivo trabajo a lo largo de los 80 minutos precedentes.
Aquilani substituyó a Taddei y Tonetto a Pizarro antes que, cuando todo apuntaba a un 5-2 definitivo, Panucci volviera a marcar a 2 minutos del pitido final.
El veterano lateral lograba su particular doblete haciéndose con un nuevo rechace de Toldo tras un saque de falta muy lejano ejecutado por Totti, plagado de potencia y efecto.
La Roma hacía de Manchester United y sacaba jugo a la concentración y a la vocación ofensiva desplegada. El Inter volvía a fallar en un momento clave y reafirma la opinión que su paseo en la Serie A ha sido más por demérito de sus rivales que por méritos propios. Con una defensa de patio de colegio y un aparente aire de infinita superioridad, los de Mancini se vieron desbordados por un equipo al que todo le salió bien y que salió a morder y a ganar el partido. Un 10 rotundo para la Roma, que lo tiene todo de cara para conseguir su primera copa desde 1991 (la que sería su cuarta copa) y su primer título desde 2001 (después de conseguir la liga y la supercopa) y demasiado premio para un Inter que sale con alguna mínima posibilidad de remontar (debe ganar 4-0 en la vuelta) gracias al doblete de Crespo.
"La Roma ha hecho unos magníficos primeros 15 minutos. Nosotros, por contra, hemos empezado muy mal y hemos dejado demasiado espacio a los jugadores de la Roma. Hemos tratado de recuperar, pero era muy complicado jugando con 3 goles en contra. Probablemente la Roma ha puesto en el campo una mayor concentración y motivación que nosotros, y eso ha marcado la diferencia. Han merecido la victoria porque nosotros hemos estado horribles. En todo caso esta eliminatoria no está sentenciada. Queda un partido que jugar y veremos que podemos hacer. Está claro que la copa es de la Roma al 90% pero en fútbol nunca se puede anticipar nada. Un ejemplo es que nadie hubiera imaginado que pudiera perder en manchester por 7 a 1. Con esto no quiero decir que haremos de Manchester. Lo único salvable es la actuación de Crespo?. Cuando se pierde de esta manera hay poco que salvar." comentaba Roberto Mancini en declaraciones al término del encuentro.
"Hemos de pensar que solamente hemos ganado el primer partido. Es una realidad poder perder un partido cuando vas ganando 3-0 recibiendo 4 goles en media hora (refiriéndose a la remontada del Inter en la supercopa, disputada en agosto precisamente ante la Roma). La historia dice que no debemos ilusionarnos de cara a la vuelta." comentaba Luciano Spalletti.
Declaraciones : inter.it y gazzetta.it
Etiquetas: Actualidad, Italia
2 Comments:
Hola César!
Increíble la Roma la verdad... encaja 7 del campeón de Inglaterra pero mete 6 al campeón de Italia, es lo que tiene el fútbol...
Por cierto, ¿Qué tal estuvo Mexes? ¿Te parece un buen central para Madrid o Barcelona? Creo que "solo" serían 15 millones...
Saludos desde Zamora!
Mexés, al igual que el resto, estuvo enorme. Me parece un buen central para ambos equipos, un jugador muy batallador, agresivo, muy duro, que entra fuerte, sin complejos. Técnicamente es un jugador "decente". Ayer se las vió con Adriano y, pese a que el brasileño no está nada fino, no le dejó rascar bola. Además es muy peligroso en los corners. Quizás sea un jugador demasiado temperamental y eso le pierde en algunos partidos (varias expulsiones). Además solo tiene 25 años.
De la Roma, aparte de Totti, me llevaria a muchos jugadores. A Chivu le conocemos todos pero además me traería a De Rossi, a Perrotta, a Mancini, a Aquilani y a Taddei además del propio Mexés. Con otro entrenador la Roma estaría luchando por el título y quizás hubiera eliminado al United en la Champions. Spalletti resta potencial a un equipo con muchísimo talento.
Un saludo Luisi!
PD-Sigo teniendo en mente las 4 pinceladas a Afellay pero la actualidad es frenética en este final de temporada!
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