Los protagonistas : Diego, Wayne Rooney
Los nombres de la jornada del fin de semana pasado (a juicio de footgol) son los del mediapunta brasileño del Werder Bremen Diego y el del delantero del Manchester United Wayne Rooney.
Diego se sacó de la "chistera" un auténtico recital de juego plagado de detalles técnicos, rapidez de ejecución, inteligencia y sobretodo mucha clase. Dió las dos asistencias de gol del encuentro, la primera sacando una falta perfectamente medida a la cabeza de Klose que entró a rematar como una auténtica exhalación y la segunda tras una rápida jugada por la izquierda en la que sirvió un regalo de gol a Hugo Almeida que tan solo tuvo que empujar el esférico al fondo de las mallas.
Diego empieza a recordar a aquel extraordinario jugador que deslumbró en el Santos junto a Robinho. Su paso por Oporto, donde ha pasado las dos últimas temporadas, no fué todo lo positivo que debiera. La temporada de debut en Europa la saldó con 33 encuentros y 3 goles en un equipo desmantelado tras el éxito del periodo Mourinho donde en un solo verano se marcharon jugadores de la talla de Deco, Carvalho, Maniche, Costinha o Ferreira. El Benfica se llevó la liga esa temporada tras la larga supremacía del equipo de Dragoes y el paso por la Champions se saldó con una mala campaña en forma de eliminación en octavos de final a manos del Inter.
Al siguiente año Diego dijo basta y se propuso abandonar el club a final de temporada debido a su falta de adaptación a la liga que estuvieron cerca de provocar su vuelta a Brasil. Jugó solo 19 partidos y vió casi media temporada desde el banquillo o desde la grada. Afortunadamente el Werder Bremen le dió la oportunidad de resarcirse del amargo estreno en el viejo continente y le fichó este verano para cubrir la baja de Johan Micoud, que fichó por el Girondins. Y lo cierto es que no ha podido empezar con mejor pie su aventura en Alemania. Gol en la primera jornada, doble asistencia en la segunda y una grata sensación que este jóven atacante de 21 años deja a los buenos aficionados al fútbol que están de enhorabuena al "recuperar" a un jugador plagado de potencial para convertirse en una estrella de futuro. El equipo en el que milita le ayudará muchísimo a explotar sus habilidades y si la suerte le acompaña tendremos Diego para rato.
A Wayne Rooney no es la primera vez que le cuelgo el cartel de "protagonista" de la jornada. Otro jovencísimo futbolista que dejó de ser una promesa hace mucho tiempo para convertirse en una de las realidades más sólidas del fútbol inglés, juntamente con nombres como los de Gerrard o Lampard. Rooney juega al fútbol como su gesto refleja. Con fuerza, con agresividad y con unas ganas inmensas de comerse al rival y fusilar al guardameta tantas veces como sea posible. Este hijo de boxeador es una auténtica bomba en ataque. Su combatividad añadida a su excelente técnica le convierten en uno de los puntas de referencia del fútbol mundial y en un hombre récord con tan solo 20 años. Se convirtió en el jugador más joven en marcar con el Everton y en marcar en la Premier...y en ser expulsado en un partido de dicha competición con tan solo 16 años. Con 17 fué el jugador más joven en marcar con la selección inglesa y con 18 se convirtió en el jugador más joven en marcar en una Eurocopa. Su debut con el Manchester no pudo ser más explosivo, al marcar un hat-trick ante el Fenerbahçe en la liga de campeones de 2004. En 2005 fué nombrado mejor jugador joven inglés. Con todos estos logros, los 37 millones de euros que pagó el Manchester al Everton se quedan bastante cortos.
Rooney marcó 2 de los 5 goles que el United le endosó al Fulham. Además, el autogol de Ian Pearce se le podría atribuir a Wayne ya que ambos se lanzaron a por la asistencia de Saha del segundo gol, tocando finalmente en el cuerpo del defensa del Fulham a quien se hizo "responsable" de dicho tanto.
Eléctrico como siempre, llevó a la locura a la defensa del equipo londinense con sus continuos desmarques y encaradas al uno contra uno. Como en el caso de Diego, el juego de los "red devils" ayuda muchísimo a que Rooney sepa ejecutar a la perfección su mejor juego. Con las bandas muy abiertas, mucho espacio por el centro, un movimiento muy rápido del balón con cambios de orientación y efectivas combinaciones y fugaces contraataques, el internacional inglés se siente como "pez en el agua". Y es que, pese a no ser un goleador, Rooney contribuye en gran medida a los tantos de sus compañeros arietes, Van Nistelrooy en el pasado y Saha en el presente, actuando como un segunda punta que desborda por velocidad y arrastra a los centrales dejando en muchas ocasiones libre de marca a los máximos responsables del gol. Viendo la actuación del domingo, los 16 goles en la pasada Premier (récord marcador de Rooney) podrían ser superados con suma facilidad.
Etiquetas: Alemania, El Protagonista, Inglaterra
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