A la española

Bochum 2 - Schalke 1. El líder da emoción a la Bundesliga tras la derrota sufrida en Bochum.

La Bundesliga parece empeñada a dar emoción hasta la última jornada como bien está sucediendo con la liga española y la Eredivisie holandesa. Y es que parece que ningún equipo quiera ganar el título por lo visto anoche en Bochum. El líder, el Shalke 04, llegaba al Ruhrstadion de Bochum con 2 puntos de ventaja sobre el Werder Bremen, 4 sobre el Stuttgart y 9 sobre el Bayern a falta de 4 jornadas para el final del campeonato. Con la ausencia de dos habituales como Kobiashvili y Halil Altintop (los dos en el banquillo) y de los lesionados Lovenkrands, Krstajic, Bajramovic y Varela, Rodríguez ejercía de pareja de Bordón en el eje de la defensa, con Pander y Rafinha en los laterales. Ernst, Hamit Altintop (el mejor del encuentro), Lincoln y Özil formaban en rombo en la medular con Asamoah y Kuranyi en punta.

Los de Mirko Slomka se adelantaban a los 9 minutos de juego con un gol de cabeza de Kuranyi (decimotercero en liga y tercero en los últimos 4 partidos) ante la pasividad en el marcaje de Yahia al remate de una falta picada por Pander desde la izquierda.
Asamoah podría haber sentenciado 3 minutos después si hubiera combinado con el delantero alemán de orígen brasileño tras una gran asistencia al espacio del canterano Özil, pero prefirió acabar él mismo la jugada y vió como el guardameta checo del Bochum, Jaroslav Drobny, sacaba una mano providencial.

El Schalke jugó a medio gas, sabedor de su superioridad y de la falta de criterio en el juego del equipo local, muy "blandito" en los primeros instantes de juego y un tanto atemorizado ante la avalancha de juego visitante. Pero al Schalke no le gusta llevar el peso del partido prefiriendo esperar y salir a la contra con rápidas transiciones y precisamente lo que le tocó hacer fué lo que más detesta. De ello se aprovechó un Bochum que contaba como única arma significativa la presencia del pichichi Gekas sobre el césped. Y el griego le complicó la vida a toda una defensa del líder que se aminoró viendo como Misimovic se sacaba un magistral cabezazo desde fuera del área en el minuto 33 que sorprendía al meta Neuer. Un golazo que hacía creerse al Bochum capaz de arruinarle la liga al cuadro de Genselkirchen. Gekas no quiso faltar a la cita con el gol y 9 minutos más tarde culminaba la remontada en una rápida acción en la que remató a bocajarro libre de marca un centro desde la derecha mal cubierto por Christian Pander.
Delirio en el estadio e incredulidad en el rostro de Slomka.

El segundo tiempo fué un monólogo ofensivo del Schalke, muy desesperado y ansioso con constantes centros al área en busca de, como mínimo, una igualada que le reportara un valioso punto.
Kuranyi estrelló un balón en la base del poste derecho de la porteria de Drobny en la única acción que tuvo el líder en el segundo tiempo, incapaz de romper la telaraña defensiva que situó Marcel Koller para defender la importantísima victoria cosechada volcando el juego a la banda derecha donde la dupla Altintop (Hamit-Halil, este último entrando en el segundo tiempo) trataba de penetrar infructuosamente.
El Bochum defendió con uñas y dientes el resultado endureciendo el juego y se aprovechó de la masiva subida al ataque de la línea defensiva del Schalke para salir a la contra pudiendo sentenciar, pero ni Gekas ni Epalle estuvieron acertados en algunas claras acciones de gol (el camerunés estrelló un balón en el poste).
La polémica arbitral hizo sacar aún más de quicio al líder que reclamó hasta 3 penaltys (2 manos claras dentro del área y una zancadilla de libro sobre Lincoln) que el colegiado no quiso ver.

El Schalke se complica la vida y podría verse fuera del liderato si el Werder vence mañana al Arminia Bielefeld. Por su parte el Bochum de Gekas se aleja aún más de la zona de descenso habiendo dormido esta noche como provisional séptimo clasificado.