Los protagonistas : Kaká/Rooney

Kaká es un jugador diferente. Sin duda uno de los más elegantes del panorama futbolístico mundial, heredero natural de hombres como Laudrup, que mimaban el cuero y cuyos movimientos en el terreno de juego eran más própios de un bailarín que de un aguerrido futbolista.
Ante el Chievo dió una nueva lección de clase. Metió 3 goles y sirvió otro a Nesta (el que sirvió para abrir el marcador) además de desplegar un recital de buen juego culminado con acciones como un excelente disparo con rosca desde fuera del área que a punto estuvo de convertirse en el cuarto de su cuenta particular.
Kaká y Shevchenko son dos jugadores impresionantes y que el Barcelona deberá tener bien controlados si no quiere tener problemas en las semifinales de la liga de campeones. Si Kaká despliega su repertorio pocas defensas son capaces de detenerle y para el espectador es más que necesario la presencia de jugadores cortados con ese patrón, el que pone arte al fútbol.

Wayne Rooney es un poco la antítesis de Kaká. Jugador fuerte, aguerrido, eléctrico...pero con una calidad excepcional. La que plasmó en el partido de la jornada en la Premier, el que enfrentaba a Manchester United y Arsenal, y en el que el joven delantero tuvo una brillante actuación y desequilibró la balanza a favor del cuadro entrenado por Alex Fergusson.
Anotó el primero fusilando a Lehmann, saciando su increíble hambre de gol (ya son 14 goles en la Premier jugando como escudero del máximo realizador y aglutinador del ataque de los Red Devils, Ruud Van Nistelrooy). Dió la asistencia del segundo a Park, ligeramente escorado y tapado por la defensa rival y sacándose un genial pase que el Coreano tan solo tuvo que empujar al fondo de las mallas. Pudo sumar un nuevo tanto a su cuenta particular si Touré no hubiera despejado claramente con la mano un disparo a puerta vacía del ex jugador del Everton.
Jugar en ataque con Rooney debe facilitar mucho las cosas al resto de compañeros. Cargarse al equipo a la espalda a tan temprana edad y hacer en muchas ocasiones el trabajo sucio de abrir huecos en defensa con un desmarque tras otro es únicamente al alcance de grandes jugadores con muchísima ambición. Y Rooney, sin duda, es uno de ellos.