John Obi Mikel : sigue el culebrón
John Obi Mikel es un jóven centrocampista nigeriano de 18 años. La vida de Mikel era tranquila hasta su explosión en el mundial sub 17 del 2003, momento en el que varios "scouts" del Manchester United se fijaron en él y le propusieron tenerle a prueba durante varias semanas. Así sucedió. El por aquellas fechas menor de edad voló a Inglaterra y allí acabó de confirmar las expectativas que había generado en la competición internacional. Potente y técnico. Un Vieira con mayor llegada que el francés. Los técnicos se quedaron prendados de su juego y decidieron ficharle. El problema radicaba en su condición de menor de edad y extracomunitario. El Reino Unido tiene una política inmigratoria muy estricta y cualquier trabajador de fuera de la Comunidad necesita de un permiso de trabajo y residencia expedido por el gobierno tras un minucioso estudio del "expediente" del trabajador antes de su aprobación final para su legal entrada al país. Los menores de edad no poseen tal derecho con lo que el Manchester se apresuró en buscarle un club donde colocarlo y lo encontraron en el Lyn noruego tras recomendación expresa de Solskjaer quien "apadrinó" futbolisticamente a Mikel.
El otro problema relacionado con su condición de menor de edad se centraba en el no poder firmar un contrato profesional, a no ser que tal acuerdo lo firmaran sus padres o familiares al cargo del chaval. Así fué. Mikel ya era jugador del United a todos los efectos a expensas de su cercana mayoría de edad y un futuro acuerdo económico y temporal con el equipo de Oslo para el retorno del jugador.
La llegada de Peter Kenyon al Chelsea, principal conocedor de la situación contractual del jugador encendieron la polémica. Kenyon ofreció un goloso contrato a Mikel poco después que este celebrara su decimoctavo aniversario y tuviera todos los poderes y derechos a estudiarlo y firmarlo, como así sucedió. Y aquí surgió la polémica en forma de duplicidad de contrato.
El United denunció el caso a la FIFA. El futbolista rechazaba a los red devils y tan solo queria jugar en el Chelsea. Mikel llegó a denunciar la ilegalidad de su primer contrato alegando sentirse presionado en su momento a ello y al no haberlo aprobado en primera persona, como sí hiciera en el ofrecido por el club londinense. "Se me negó el consejo de mi agente y de mis personas de confianza e hice algo que no deseaba" alegó. El tribunal noruego le quitó la razón.
A dia de hoy el caso sigue inamovible, permaneciendo su voluntad de recalar en el Chelsea y pidiendo disculpas a Fergusson y todo el staff técnico que en su dia apostó por él.
La complejidad del caso se agudiza. Actualmente se estudian irregularidades en el contrato entre Manchester United y Lyn por parte de los agentes de Mikel y el Chelsea en busca de vacios legales que les otorguen la razón. Además, la denuncia de presuntas amenazas de muerte por vía telefónica al futbolista han acabado de enturbiar un auténtico culebrón digno de las mejores parrillas televisivas.
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