martes, junio 13, 2006

Diario de un Mundial (IV)

La intensidad fué la nota dominante en los 3 partidos disputados ayer.
Abrían el fuego Japón y Australia que depararon la primera remontada del campeonato. Los japoneses se adelantaban en el marcador gracias a un polémico gol de Nakamura que el árbitro no quiso anular ante una clara falta a Schwarzer. Los australianos no se amedrentaron y buscaron con insistencia el empate pero Japón se colocó bien sobre el rectángulo e incluso tuvo ocasiones de ampliar las diferencias, hasta que Hiddink optó por jugárse el todo por el todo y sacó a 3 hombres de claro corte ofensivo, entre ellos el jugador del encuentro, el increíblemente no titular Tim Chaill. El mediapunta del Everton se encargó de darle la vuelta a la contienda (con un gran segundo gol desde fuera del área que se estrelló por dos veces en los palos de la porteria nipona) y John Aloisi redondeó el resultado con el tercero en una bonita acción individual en la que desbordó a una cansada y derrotada defensa japonesa plantándose solo ante Kawaguchi.
Sin duda lo más relevante del partido es la no inclusión de Cahill en el once inicial, uno de los mejores jugadores del combinado australiano que, con su juego eléctrico y su calidad individual así como su olfato goleador podría elevar el juego de los de Hiddink desde el inicio sin tener que recurrir a él para que salve la papeleta de los canguros.
Toda una lástima la derrota japonesa, más aún como se produjo, encajando 3 goles en menos de 10 minutos. El nivel mostrado ayer hace que Brasil no se las prometa muy felices en los partidos en que se enfrente a ambos equipos que prometen darle mucha guerra y hacerla sudar para obtener los 3 puntos, sin la facilidad prevista antes de iniciarse el campeonato.

La República Checa sigue siendo un equipo muy a tener en cuenta. Los de Brückner volvieron a hacer gala de su repertorio ofensivo y su juego fluido, con un Rosicky y un Poborsky estelares y un Grygera que actuó muy bien en la banda derecha, sirviendo la asistencia del primer gol ante el potente remate de cabeza de Köller. Lo peor del encuentro, sin duda la lesión del nuevo jugador del Mónaco que podría perderse lo que queda de torneo y dejar huérfana a Chéquia de su poderío en el área, con un banquillo de delanteros muy mermado tras la lesión de Baros y la falta de calidad de hombres como Lokvenc (el recambio natural de Köller) o Stajner. La delantera es su punto más débil y por ahí pueden surgirle los problemas a Brückner. Sin duda, los amantes del buen fútbol no estamos nada satisfechos con los infortunios de selecciones que practican un juego ofensivo y vistoso como la checa, y esperamos y deseamos que Köller vuelva lo más rápido posible para seguir elevando el listón cualitativo de este equipo y su baja no le reste opciones en el futuro mundialista.
Pese a la goleada, Estados Unidos estuvo a la altura y pudo haber marcado en alguna de las claras ocasiones que dispuso (balón al poste incluído). Pero cuando uno se mide a la República Checa sabe que poco tiene a "rascar" si no aprovecha sus escasas ocasiones, ante el crecimiento que experimentan los centroeuropeos cuando se reúnen en un campeonato de primer nivel. Italia tendrá difícil el acceso al primer puesto del grupo visto el nivel con el que ha empezado el Mundial el equipo checo.

Italia y Ghana cerraban la jornada con el más claro ejemplo de partido de "ida y vuelta". Italia tuvo que ponerse el mono de trabajo, dejar especulaciones y catenaggios pasados y ponerse a la altura exigente del equipo africano que, como ya hiciera Costa de Marfil, tiró de físico y pecó de anarquía táctica y desaprovechamiento de ocasiones. Y eso, ante un silencioso asesino como es la selección italiana, es firmar la derrota sin paliativos. Y así sucedió. Dos jugadas aisladas proporcionaron a Italia los dos goles que reflejan el marcador. La primera de ellas un duro disparo de Pirlo desde la esquina izquierda del área de Ghana que se convirtió en el tercer golazo de la jornada. La segunda un fallo en la cesión de Kuffour a Kingson que Iaquinta aprovechó para colocar el segundo.
Ghana hizo un buen partido aunque pecó de dureza. Essien y Appiah llevaron la batuta del encuentro, con Amoah y Asamoah muy participativos en las bandas llevando un peligro que no supo rematar el equipo africano ante la falta de un "killer" que complete una plantilla de por sí bastante equilibrada. La falta de jugadores que paren el esférico, piensen y distribuyan hizo que Ghana jugara al 101% los 90 minutos y si te falta gente que resuelva delante...tanta precipitación en el juego acaba sin llegar a ningún lado. Pese a ello los africanos tuvieron contra las cuerdas a un equipo que únicamente se apuntó una ocasión más de gol, la que estrelló al travesaño Luca Toni en un partido en el que el bota de oro europeo salió jugó demasiado ansioso con nefasto resultado en su suenta goleadora. La nota negativa la puso, una vez más, una lesión. La que tuvo Totti tras una criminal entrada de Amoah (una más en un repertorio de codazos y violentas entradas que practicaron las "estrellas negras") y que puede haber dicho adiós al Mundial si se confirman los análisis médicos. Toda una lástima para los azzurri que se quedan sin su jugador franquícia que no podrá (una vez más) completar una cita relevante a nivel de selecciones que le catapulte a la consagración (la de Zidane, la de Ronaldo, la de Ronaldinho...) de la que parece condenado a no catar.