El Barça suma 18

No se puede pasar por alto la consecución del título de liga por el Barcelona, la decimoctava de toda su historia. La derrota del Valencia (2-1) en el campo del Mallorca dió matemáticamente el título al Barcelona mientras éste se encontraba en el vestuario, en el descanso del partido que le enfrentaba al Celta que acabó ganando por 0-1 con un gol de Eto'o, que le sitúa más cerca del "pichichi", distanciando en 2 goles a su más inmediato perseguidor, David Villa.

Lo cierto es que la que se supone mejor liga del mundo no puede finalizar de este modo. Problemática por la disputa del suspendido Sevilla-Barcelona al márgen, jamás una jornada decisiva puede jugar sus partidos en dias y horarios diferentes. Celebrar un título con 45 minutos por disputar es un auténtico disparate al espectáculo. Las televisiones mandan, pero es obvio que absolutamente todos los partidos de la jornada deberian haberse jugado el mismo dia y a la misma hora. Lejos de ganar audiencia, con su afán de ubicar el encuentro no coincidente en horario con el de Son Moix, Canal + perdió espectadores, especialmente en la segunda parte, donde el resultado del Celta-Barça interesaba bien poco (únicamente a los aficionados de los equipos implicados en la lucha por la UEFA o la Champions, especialmente Sevilla y Osasuna). La emoción hubiera sido mayor de finalizar ambos encuentros a la vez y la celebración del Barcelona hubiera sido espontánea y no retrasada tres cuartos de hora.
El Celta se quejó de la fecha en la que se colocó el Sevilla-Barcelona debido a que ningún internacional hubiera podido estar presente en dicho partido, con clara ventaja para el equipo sevillista, rival de los célticos en la lucha por los puestos europeos. Ayer los gallegos podrían haberse visto cláramente beneficiados de la locura de horarios de la jornada, con un Barça que podría haber especulado en el primer tiempo y olvidarse del encuentro en el segundo, ya campeón y sin necesidad de desgastarse pensando en París. Afortunadamente el Barcelona hizo lo que debió y jugó concentrado los 90 minutos, evitando rumorología y ahogando los buenos augurios del Celta, que se vió "ganador" primero en la reunión de la LFP en la que se logró que el Sevilla-Barça se trasladara de fecha y se vió ganador después en el terreno de juego con el Barça sabiéndose ganador de la liga con un tiempo entero por jugarse.

Por último se ha de apuntar y denunciar la falta de detallismo que envuelve el momento en el que un equipo se proclama campeón de liga. La Bundesliga, la Premier League o la Eredivisie, entre otras ligas, realizan el acto de entrega del trofeo una vez finalizado el encuentro en el que el equipo en cuestións se proclama campeón. Todo se prepara en cuanto hay alguna opción que dicho momento se produzca y, si no es así, se traslada dicho acto al siguiente encuentro donde sí se de el "alirón". En la liga española no valen los detalles. La entrega del trofeo se realiza en el siguiente partido antes de iniciarse, sin la emoción del momento, de forma más fría. En temporadas anteriores tal entrega llegaba a producirse en el primer partido de la siguiente temporada. Un auténtico disparate y patada en las partes más bajas del espectáculo que debiera rodear una competición de tanto prestigio como es la liga española, aún con la boina atornillada en la cabeza, que hace que su consecución pierda encanto frente al miticismo y emotividad de una final de copa o de competición europea.

Foto : Marca.com